Arbitro, valiente....

No cabe ninguna duda sobre lo que decía nuestro colega Alfonso Azuara, hace ya unos cuantos años en torno a los árbitros, de quienes decía que había "halcones" y "palomas". Pues los sigue habiendo y también, por qué no decirlo, "cobardes y valientes". Los primeros aquellos que no se atreven a pitar sobre algunos equipos y otros que sí lo hacen aun yendo en contra del Reglamento, como es el caso del arbitraje que se tuvo que soportar ayer en Anduva de un catalán que responde al nombre de Oscar Sauleda Torrent. Y como ayer fueron los "Goyas" del Cine Español, pues sintiéndolo mucho este señor a pesar de su nombre, Oscar, no se podrá llevar nunca el "Oscar" al mejor arbitraje.

En el minuto 62 de partido el mirandesista Raúl García fue objeto de un plantillazo de "juzgado de guardia", tal es así que tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado. La falta fue tremenda y el jugador del Sestao se fué limpio de tarjeta. Aquí el árbitro demostró ser valiente.

En el acta señala que el jugador nº 6 Raúl García Fernández se lesionó en la zona isquiotibial de su pierna derecha, teniendo que ser sustituído.

Pero más valiente todavía lo fue cuando cerca del final, Pablo fue objeto de penalti sobre la misma línea de gol y el árbitro lejos de señalar los once metros le mostraba cartulina al nº 14 mirandesista alegando que Pablo, "se dejó caer dentro del área contraria, simulando ser objeto de falta". Fijaos con qué saña le muestra la cartulina al capitán mirandesista (Foto Josu Izarra). Pues sí, no deja de ser el de ayer un árbitro valiente.

No entendemos cierta persecución que hay sobre el Mirandés con el tema arbitral. Y eso que dirigentes, entrenador y jugadores, son modélicos en sus manifestaciones. En ningún momento han cargado las tintas sobre el arbitraje de turno, y eso que ha habido motivos.

Pues habrá que aprender de Mourinho que ha dejado bien claro que "el que no llora, no mama". Aunque sabiendo cómo es el ejemplar comportamiento de Carlos Pouso, difícilmente le veremos derramar ni una sola lágrima en este tema. Uno es como es y dificilmente se podrá cambiar por nada. Ni por los árbitros.