sábado, 15 de diciembre de 2012

"Si soy el culpable, aquí está mi cabeza: que me la corten"

Pouso aprecia «desconfianza» hacia el trabajo de los técnicos en algunos estamentos del club
«Le he dicho a Carlos (Lasheras) que hay gente que piensa que el Mirandés ha llegado hasta aquí a pesar de nosotros»

15.12.12 - 02:03 - ÁNGEL GARRAZA
MIRANDA DE EBRO.

 Desde la directiva se insiste en que no está cuestionado y que cumplirá su contrato.Se quedó a gusto. La comparecencia de Carlos Pouso para hablar sobre la previa del encuentro ante el Hércules se prolongó durante veintidós minutos y medio y sirvió para que en su alocución introdujera una «percepción que siento» y que quiso, con toda la intención, poner de manifiesto ayer en la sala de prensa. De esta forma, pretende zanjar los rumores acerca de su futuro profesional que puedan existir en la calle -en una ciudad del tamaño poblacional de Miranda afectan más y tienen una repercusión mayor sean o no reales- a pesar de que desde la junta directiva se insiste una y otra vez en que nadie está cuestionado y que cumplirá su contrato, que acaba el próximo día 30 de junio.

«Se lo decía a Carlos (Lasheras) y me comentaba que no me puedo tomar la cosas así, pero es que me da la impresión de que en algún estamento del club dicen o piensan que el equipo ha llegado hasta donde ha llegado a pesar de nosotros. Lo digo como lo siento porque lo veo, lo palpo. El Mirandés ha llegado hasta donde ha llegado por la unión de todos, el público, la directiva, el cuerpo técnico y los jugadores. Y ahora noto desconfianza».

Pouso apunta que «no quiero palos en las ruedas; lo que pretendo es transmitir esa ilusión que para el Mirandés tiene competir después de ochenta y cinco años en Segunda División. Si yo soy el culpable, aquí está mi cabeza, que me la corten, que no hay ningún problema y seguiré al Mirandés desde mi localidad en la tribuna porque lo siento como parte mía; no veo que sea la solución, me voy a matar por este club, pero si mi afición me pide que me vaya me iré, lo tengo muy asumido desde que me dedico a esta profesión».

El entrenador espera que «a ver si de una puta vez somos conscientes de que estamos en un mar con un velero, porque tenemos los medios y la estructura que tenemos, para luchar ante transatlánticos y barcos monstruosos; esa es la realidad. Lo único que tenemos es a cinco mil chalados en ambas márgenes de las orillas animando para ganar a los fuera bordas; pero es que si no soplan desde fuera, esta vela no va a andar por sí sola».

Esta reflexión le conllevó a realizar un llamamiento. «Somos mucho menos Mirandés si nuestra gente no está unida. No es que perciba desunión, pero sí que siento desconfianza; los resultados son importantes, de eso no cabe duda, pero me pregunto si verdaderamente sabíamos dónde nos metíamos cuando ascendimos a Segunda. Si a mi la directiva me dice que en el momento en que estuviésemos en una posición de descenso rescindíamos el contrato, señores míos ahí se quedan porque con este presupuesto, con esta plantilla y con este humilde entrenador este equipo tiene que estar coqueteando con los puestos de descenso durante toda la temporada. Si Carlos Pouso es el detonante, se marcha y que venga otro entrenador que ponga al Mirandés en play off de ascenso a Primera. No puedo exigir a mis futbolistas más de lo que están dando, así de claro, aunque vamos a darlo todo por ganar y salvarnos».

Reiteró que «donde estamos el equipo no tiene posibilidades de repetir lo del año pasado, debemos asumirlo y remar todos en la misma dirección, o alguien piensa que Carlos Pouso y Carlos Lasheras éramos más listos que nadie y con menos dinero en Segunda B hacíamos magia y convertíamos a los jugadores en caballos de carreras; no, era nuestro trabajo, todo el clima que había alrededor y esa capacidad que tuvimos para romper moldes de esa cultura del catastrofismo que existía en esta ciudad y que ahora me da la impresión de que está volviendo otra vez».

Ahora -continuó- «llegan las dudas. Lo más fácil para la directiva es cambiar de entrenador porque si viene otro y salen a flote muy bien y si no, al menos lo han intentado; lo complicado es mantenerme y evitar esos rumores, pero es que cuando veas las barbas de tu vecino pelar pon las tuyas a remojar; soy el único de los que están en descenso que no han cambiado».

Una situación -la de los rivales- que recogió EL CORREO y que así seguirá siendo en cuanto a la permanencia de Pouso en el banquillo. Revuelta y Fernández de Aránguiz han confirmado en fechas muy recientes que Pouso seguirá al menos hasta el final de este mandato.
(El Correo)

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