domingo, 22 de marzo de 2015

Un ordenado Mirandés atasca al Albacete

Fútbol

Sigue el atasco arriba (0-0)

Juan Carrizo - domingo, 22 de marzo de 2015
El Albacete fue incapaz de superar a un ordenado Mirandés y sumó un nuevo empate

El Albacete se encontró con un ordenado Mirandés al que no pudo doblegar en un partido espeso, de muchas imprecisiones y que acabó con un diluvio al que se aclimató mejor el conjunto burgalés. El atasco arriba es evidente, aunque ayer mucha parte de culpa la tuvo el rival, que supo llevar el partido a su terreno y que seguro que se fue satisfecho con el punto.
Es el tercer empate consecutivo que suman los de Luis César, el quinto en seis partidos, lo que está imposibilitando el despegue definitivo, aunque por lo menos se sigue sumando puntos en esos partidos que se perdieron durante la primera vuelta.
El partido mostró de inicio los condicionantes propios del estilo de juego de ambos conjuntos, en una pelea táctica que, a los puntos, ganó el Mirandés en la primera parte, en la que no llegó con peligró al área de Dorronsoro pero tampoco pasó demasiados apuros en su área ante la impotencia del Albacete a la hora de culminar sus acciones ofensivas.
Le costó al Alba coger el balón, ante la presión de un equipo burgalés muy bien asentado en el terreno de juego. La presión sobre la salida del balón hizo que hubiera dudas, que pronto fueron solventadas con un poco más de velocidad y el buen trabajo de Diego Benito, que se metía entre Gonzalo y Miguel Núñez y utilizaba su buen criterio para buscar la mejor opción. Así, poco a poco el conjunto manchego iba saliendo de la presión inicial, pero se atascaba en la segunda línea, sobre todo por la falta de precisión en los pases. Se llegó a desesperar la afición por la cantidad de centros y controles que es iban al limbo de forma incomprensible, sobre todo por parte de un Keko desconocido, un Antoñito menos ofensivo que en otras ocasiones y un Samu demasiado intermitente, quizás porque se volcaba mucho el juego por la derecha donde, precisamente, no se daba una a derechas.

CONTROL VISITANTE. El balón era del Albacete, pero la sensación de control la tenía el Mirandés, que buscaba sus opciones a balón parado y que no se descomponía en ningún momento por mucho que los locales tratasen de circular de un lado a otro buscando unos huecos que no existían. Además, el potencial físico de los visitantes, favorecía su juego de contacto que frenaba todas las acometidas del conjunto manchego, que apenas inquietó la portería de Razak a pesar de tener la posesión de la pelota.
Así, se llegó al descanso con sendos disparos lejanos por parte de Samu para el Albacete y Emilio para el Mirandés que ambos porteros atajaron sin problemas. Decía Luis César que había que tocar y tocar para descoser al rival, lo que había hecho su equipo en la primera parte. Ahora tocaba en la segunda ver si al Mirandés le pesaba físicamente el despliegue físico en la presión sobre el Albacete y el conjunto manchego afinaba su precisión en los metros finales para que el partido no fuera el duelo táctico y aburrido de la primera mitad. La segunda parte comenzó con ambos equipos manteniendo su estilo. El Alba trataba de tocar y llegar por la banda derecha, con un Keko más preciso, mientras que el Mirandés buscaba su suerte en las acciones a balón parado, con faltas y córner es los que, de momento, la defensa local mantenía muy bien el tipo.
El Alba empezó a llegar con algo más de claridad, con un balón de Rubén Cruz por la izquierda que  Álex Ortiz envió a córner adelantándose a su portero, con el evidente peligro de haber marcado en propia puerta. Después fue Keko el que se fue con habilidad dentro del área buscando la opción de disparar con la izquierda, pero flojo sin problemas para Razak. Llegaban con más claridad los locales y sólo faltaba acertar con el remate.
El Mirandés trató de tocar un poco más, de hilvanar alguna jugada, pero atrás el Albacete estaba muy serio, con mucho y buen trabajo de Edu Ramos y  los dos centrales, Gonzalo y Miguel Núñez, sin cometer ni un sólo fallo, pero cada balón parado a favor de los burgaleses era un susto para la portería de Dorronsoro.

LOA CAMBIOS NO GUSTARON. Luis César movió el banquillo y provocó los silbidos de la afición al quitar a Diego Benito, junto a Samu, para poner sobre el campo a Chumbi y Jorge Díaz. El cambio de hombres llevó también un cambio de sistema, colocando un doble pivote con Edu Ramos y Portu, una línea de tres con Keko, Cruz y Jorge Díaz, con Chumbi en punta. También Terrazas puso al exrodense Jordi Pablo.
En el 65 el Alba desperdició una gran ocasión en una pérdida del Mirandés y un tres contra uno que Chumbi no acertó a rematar en pugna con el portero tras centro de Keko.
El partido caminaba hacia su recta final, llegaba la lluvia, pero el juego seguía sin dominador, espeso y con demasiadas imprecisiones y encima el Albacete, con el cambio de sistema y jugadores, perdió el sitio. Hubo minutos de locura, con balón de ida y vuelta de una portería a otra, pero ninguno acertaba a conectar ese remate final que podía tener el premio de los tres puntos. Jorge Díaz se encontraba con la madera en un potente remate en el 72 y el Mirandés volvía a intentarlo a balón parado un minuto después, cuando la lluvia caía con fuerza y el Belmonte empezaba a convertirse en una piscina en la que era difícil para los jugadores mantener la verticalidad.
Entró Cidoncha por Portu y, fuera por los cambios o por la lluvia, lo cierto es que el Albacete desapareció y el Mirandés tuvo el partido en sus manos, sobre todo cuando en el minuto 80 Pedro Marín cayó en el área en lo que parecía un penalti claro pero, ante el asombro de todos, el árbitro mostró la cartulina amarilla al jugador burgalés.
No llegó, por fortuna, el gol rival y la última ocasión fue para el Albacete, en una falta lateral que Cidoncha mandó al limbo ante la desesperación de la parroquia local.
(La Tribuna de Albacete)

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